Alineación y Balanceo laboral: Claves para transitar un cambio de empleo

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Alineación y Balanceo laboral: Claves para transitar un cambio de empleo

Rizoma Consultora

Estimulados por los efectos subjetivos que ocasiona el trabajo desde el hogar debido al COVID-19, resurgen preguntas sobre nuestros proyectos laborales que hasta el momento habíamos eludido ¿Estamos a gusto con el trabajo que desarrollamos? ¿Podemos aportar al mundo una contribución que nos satisfaga? ¿Cómo podemos proyectar un cambio de empleo? En el siguiente artículo, te brindamos algunas claves para gestionar una transición laboral sin frustrarte en el intento.


“Quiero un cambio pero no estoy segura de irme”. “No me animo”. “No sé por dónde empezar”. “Lleva mucho trabajo planificar el cambio”. Estas son algunas de las expresiones que escuchamos pasar por Rizoma Consultora, en relación a la complejidad que requiere hacer cambios laborales. Sobre todo, porque hay que pasar de la expresión de deseo a la acción concreta y en el medio, desisten muchos. Y si, la zona de confort, tira.


En esta ocasión, compartiremos algunas sugerencias para que puedas alinear y balancear el móvil que te conducirá por el proceso de cambio. O sea, para que puedas alinearte y balancearte vos mismo:


Balancea la incertidumbre ante el cambio con la proyección de escenarios futuros

Tranquiliza mucho reducir abstracta e inabarcable a tres o cuatro escenarios posibles, que podrían desplegarse a partir de tu decisión.


Alinea tu vida personal con tus objetivos laborales/profesionales

Por lo menos sería importante que las decisiones que tomes de aquí en adelante, sean interrogadas a la luz del objetivo que trazaste. Esa decisión de índole personal que estas por tomar ¿Te acercará o te alejará de la meta final?


Balancea tu dedicación laboral actual con la asignación de tiempo a otros proyectos que te interesen y quieras explorar como veta laboral futura

Si, ya sabemos. El día tiene 24 horas. No obstante, pensá que los cambios requieren transiciones y en esta fase, se superponen actividades, proyectos y energías. Proyectarlo de este modo, constituye la clave para que sea un cambio paulatino y no un salto disruptivo.


Alinea un poquito más, tu nivel de empleabilidad con lo que el entorno requiere hoy

Mapea tus últimas capacitaciones y tus habilidades. Tal vez requieras actualizarte, indagar un poco cómo funciona el “mercado laboral” (si, mercado) hoy. Abstenete de capacitarte compulsivamente. Recordá que todo debiera estar alineado con el objetivo final.


Balancea las ventajas y desventajas del cambio que proyectas

Hacé un cuadro de doble entrada y consigná todo lo que se te venga a la mente, sin filtro: sueldo, distancia, manejo de la tarea asignada, clima de trabajo, aguinaldo, alquiler, otros. Después podes organizar cada ítem, en categorías que elijas. A golpe de vista, vas a ver cuán balanceadas (o no) están las ventajas con las desventajas.


Alinea lo que pensas con lo que sentís y efectivamente, haces

Caer en la trampa es sencillo: Sentimos intensamente para no hacer. Hacemos compulsivamente para no pensar. Pensamos pero sin sentir ni hacer. Ajam. Nos ha pasado a todos y la clave está en hackear ese sistema de funcionamiento.


Balancea aquellas actividades que queres hacer más con aquellas que queres ir haciendo menos

Todas las proyecciones laborales van a requerir que te conectes con lo que más te gusta hacer y con lo que no tanto. Barajar el mazo nuevamente y dar de nuevo, implica que puedas reorganizar el juego, según tus deseos. Bueno, al menos lo podés proyectar e identificar. Después vemos si la vida como siempre, hace lo que quiere. Pero más allá de eso, es importante que vos lo detectes.


Alinea tus expectativas ideales con las posibilidades concretas en el corto, mediano y largo plazo

Es una de las alineaciones más relevantes en el proceso de cambio. Como cuando ibas al kiosco de chico, y le preguntabas al kiosquero, cuantos caramelos podías comprar con el dinero que tenías. Bueno, así, pero considerando diversos recursos que son irreductibles únicamente al dinero ¿Cuál es el paso que podes dar en lo inmediato con esos recursos que contás? ¿Qué pasos podemos asignar a una segunda etapa del cambio? Un dato: No completes la cesta únicamente de caramelos. Probá de a poco. Apostá a la diversidad porque si sobre la marcha te das cuenta que los caramelos te caen mal, te habrás quedado con todos ellos. Balancea tus adquisiciones. Ergo, tus decisiones.


Balancea racionalidad con la intuición

No son excluyentes. Por supuesto que diseñar un cambio implica racionalidad y por eso trabajamos en acompañarte con un plan de cambio que tenga fases claras e indicadores con tiempos previamente definidos. Ahora bien, esto no excluye que la intuición esté presente siempre. No la elimines porque vas a deshacerte de un recurso clave. Articulala con la racionalidad y hacela circular siempre que haya otros acompañando el proceso, para estar atento a que no te juegue una mala pasada.


Alinea decisiones de la vida personal con decisiones de la vida laboral

Es el momento de ir acercando aquello que se presenta como una disyunción. Si estás proyectando una movida que incluye un cambio de formato laboral en el que vas a abandonar la relación de dependencia, tal vez podés posponer ese viaje al exterior que tanto soñabas y reasignar esos recursos a un fondo de reserva que acolchone los meses malos. Claro, no lo habías pensado. Si, te entendemos. Cambiar de formato, también requiere cambiar la cabeza. Ahora la cuenta del banco no va a estar con recursos disponibles por defecto, sino que lo vas a tener que prever vos.


Balancea aquellos aspectos irrenunciables ante el cambio, con lo que estás dispuesto a resignar

Querer todo es la madre de todas las resistencias al cambio. En un encare maduro, debieras mapear aquellas cuestiones que son prioritarias para vos (porque te conoces y sabes cómo funcionas) con aquellas que estás dispuesto a resignar. En los cambios, no existen los ideales, sino más bien los híbridos. El punto es analizarlo desde la lógica del balance, que es muy distinta a la lógica de la falta. Ojota con esto.


Balancea la energía que diversificas en varios frentes con la que vas a necesitar unificada para orientar al proceso de cambio

Este punto está íntimamente relacionado con el anterior. Si vas a encarar un cambio, hay que asignarle constantes de tiempo y espacio. Sino, se diluye. Quizas podés posponer las clases de pintura o de guitarra y por un período de 6 meses, utilizar esas tardes para dedicarte a tu nuevo proyecto: contactos, reuniones, diseño del plan de cambio, seguimiento del mismo, otras. Si, ya sabemos. Te encanta ir a guitarra. Pero acordate que todo cambio requiere resignar algo, aunque sea momentáneamente. Si no es el martes a la tarde entonces ¿puede ser el sábado? Ojo porque podes quedar en una trampa que te tendes vos mismo.


Alinea tu deseo con tus decisiones

El divorcio es fácil y la alineación, compleja. Sino, no estarías leyendo esto.


Balancea los cambios que queres hacer con los recursos que asignas para ello

Si querés hacer el cambio pero no estás dispuesto a mover nada, en realidad todavía no estás listo para pasar a la acción. Hay que seguir madurando la idea. Perdón la honestidad brutal, pero es parte del rol de Rizoma, explicitarlo en estos términos, porque consideramos que si hay un recurso valioso y no renovable, es el tiempo.


Alinea el tiempo dedicado a diversas actividades, con el que pasas junto a tus afectos

La verdadera fuente de energía es esa. Tu gente. Tu familia. Tus amigos. Allí es donde hay que anclar. Allí es donde hay que recargar energías. Pasá tiempo con ellos. Reservarte espacios en donde estés en eje para compartir y no agotado después de una jornada laboral arrolladora. Los que te van a sostener afectivamente, son ellos. Cuidalos y dejate cuidar.


Balancea proyectos ideales con recursos reales

Ya hablamos de esto. Los sueños, hay que bajarlos a tierra, escribirlos, sistematizarlos. Cuando empezás a buscarle coherencia metodológica al plan, se empiezan a quemar algunos papeles porque está desbalanceado lo que soñas hacer con los recursos que tenés hoy. 


Alinea y balancea. Alinea y balancea alternada y sostenidamente a la vez

Los cambios no se producen por meros actos declarativos. No se trata de querer, porque querer, queremos todos. Se trata de alinear recursos y accionar para que eso suceda.


Revisá tus cubiertas, entonces

No vaya ser cosa que estés circulando con aquella rueda de auxilio que era momentánea, pero se transformó en permanente.


Si podés alinear y balancear, si podés revisar tus cubiertas, estas pudiendo interpelar el tipo de trabajador que sos en función del que queres ser!


Por Lic. Aldana Neme y Lic. Sonia Olmedo

Directoras de Rizoma Consultora