Desde muy chico siempre dibujé y me gustaba hacer cosas con las manos, cuanto más colores y objetos pudiera utilizar mejor.
A medida que entré en el ciclo escolar seguí transitando mi veta artística, inclusive las maestras recomendaron a mis padres que me llevaran a una institución relacionada con las bellas artes, pero preferí en ese momento seguir con mis compañeros de colegio y promover esa actividad de forma autodidacta.
Por algún motivo al ingresar en la secundaria toda esta parte de mí quedó relegada y no hice más nada.
Hace unos años, aparecieron nuevamente esas ganas y me replantee si estaba explorando mi pasión o al menos acercándome a ella. Me di cuenta de que no estaba haciendo nada relacionado al arte, lo cual resonaba en mi cabeza desde hacía tiempo, pero esta vez decidí tomar cartas en el asunto.
Me puse a investigar algo para hacer, las opciones dentro del arte son muchas y un día encontré un tutorial de YouTube que trabajaban con un producto llamado resina. Lo que me llevó a leer y ver videos, para finalmente decidirme a tomar clases.
Durante un año tomé clases ininterrumpidamente, descubrí que trabajar la resina me daba una gran satisfacción, no me importaba el tiempo ni el espacio, yo era feliz dejando volar mi creatividad y pudiéndola plasmar en las cosas que hacía.
Con la resina pueden hacerse infinidad de objetos ya que es un producto muy versátil, por nombrar solo algunos: cuadros, mesas, marcos de espejos, esferas, bloques, máscaras, entre otras.
Siempre supe que me gustaba el arte, pero no estaba haciendo nada para llevar mi plan de carrera a ese lugar, por lo que me frustraba. Como quería emprender, primero logré renunciar a mi trabajo, ya que no lograba enfocarme cómo quería, así es que decidí buscar nuevos horizontes.
Estaba estudiando resina, probando con otros materiales, e invertí en un negocio de pago de servicios. Enseguida me empecé a mover para poder exponer mi obra, lo que llevaba haciendo, generar mi web, mi carta de presentación, etc. Pero al no poder lograr los ingresos que necesitaba en el nuevo emprendimiento que tenía, decidí dejar todo nuevamente y volver al tipo de trabajo que tenía antes, en una central de medios.
El bichito me siguió picando, y lejos de frustrarme, o no avanzar por tener dos hijos de corta edad, comprendí que mi plan de carrera se tenía que alinear con mi pasión. Decidí entonces buscar un trabajo en el que pudiera unificar ambas cosas y a su vez desarrollar conocimientos para poder generar modelos comerciales en la venta de arte. Durante un tiempo estuve analizando alternativas laborales, pero no podía encontrar lo que quería. Hasta que un día tuve una entrevista en la agencia Esto Es, la cual se especializa en el Street Art. Luego de varias y extensas charlas, me di cuenta que tenía frente a mi la oportunidad que tanto había estado buscando. Finalmente logré incorporarme a su equipo de trabajo, pudiendo así alinear ambos objetivos
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En fin, soy de las personas que cree que sin movimiento no hay progreso y que en todo lo que te propongas debes enfocarte, así estarás aproximándote a tu pasión. Ya sé cuál es mi interés, que debo practicarlo y que tengo que ganar más capacidades para poder tener una propuesta de valor a la hora de desarrollar mi arte.